Han sido los conserjes de la propia Diputación quienes, por órden de la presidencia, han tenido que evitar que los representantes, trabajadores y ex trabajadores que pretendían acceder al salón de plenos lo pudieran hacer.
"Estamos viendo lo que hoy es la Diputación. El pleno es público para todos los ciudadanos, pero sin embargo a nosotros se nos impide entrar", ha denunciado en los pasillos de la Gabriel Díez, representante sindical de los trabajadores.
Durante el pleno la presidenta de la Diputación ha tenido que escuchar algunas protestas de los trabajadores, custodiados en todo momento por los ordenanzas de la institución.
"Esta es la democracia y la forma de entender la democracia por parte de la presidenta", han insistido los representantes sindicales. "Esta es una institución público, los plenos son de acceso libre y como se puede comprobar esa libertada aquí no se permite y se cierran las puertas", ha añadido Garbriel Díez.
Gabriel Díez, en el momento de denunciar que no pueden acceder al pleno público de la Diputación.
"Un ejemplo de su ordeno y mando"
En la misma línea se han mostrado durante el pleno tanto Matías Llorente como Ana Ferreras y Lázaro García Bayón. Los dos primeros han asegurado que "jamás en la historia de esta Diputación se había visto algo así". "Esto es un ataque a la democracia, un ejemplo de su ordeno y mando", ha afirmado Ferreras.
Todos ellos han recordado que el pleno acordó renunciar a las oficinas de promoción en las que estaban estos trabajos, pero siempre con un acuerdo de recolocación que no se ha hecho efectivo". "Algo que demuestra su voluntad de despedirlos", indicó Ana Ferreras.
Isabel Carrasco, en el turno de respuesta, se limitó a asegurar que estas cuestiones quedan pendientes "para el próximo mes, en el próximo pleno".
Trabajadores y ex trabajadores de la Diputación, en los pasillos de la institución.
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